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En lactantes que se alimenten al pecho, se debe mantener la lactancia materna, y en los que se alimenten con biberones continuar con la misma fórmula sin diluir, pero dando menos cantidad.

Cuando el niño deje de vomitar hay que seguir estas recomendaciones dietéticas:

• Dar pescado blanco hervido o a la plancha
• Carne de ave hervida o a la plancha
• arroz, patata, zanahoria hervida
• pan tostado
• jamón York
• manzana rallada oxidada
• plátano

Hay una serie de alimentos desaconsejados:

• Frutas y verduras crudas
• Carnes y pescados muy grasos
• Salsas
• Dulces
• Chocolate
• Líquidos muy azucarados (refrescos de cola, zumos...)

No se precipite utilizando un medicamento, generalmente el cuadro cede con la rehidratación y dieta adecuadas.

CUANDO ACUDIR AL PEDIATRA:

• Si el niño es menor de 3 meses y ha vomitado más de dos tomas
• Si se acompaña de fiebre alta o dolor de cabeza
• si no para de vomitar
• si el vómito tiene sangre
• si sospecha que pueda estar deshidratado (tiene los labios secos, orina poco, no tiene lágrimas, ojos hundidos...)
• si el niños está decaído, confuso o somnoliento
• si hay dolor abdominal continuo que empeora progresivamente.

La Gastroenteritis Aguda infantil provoca inflamación de estomago e intestino produciendo vómitos y diarrea. Puede estar provocada por un virus o una bacteria, su mayor riesgo es la deshidratación.

La principal vía de contagio es la oral (por la boca), a través de la ingesta de alimentos o agua contaminados por el virus o por las bacterias causantes de la enfermedad. Llevarse a la boca las manos y objetos contaminados es otra forma de contagio, sobre todo en niños. La higiene es muy importante, tanto en un exhaustivo lavado de manos, como en la manipulación de los alimentos.

Los síntomas son vómitos y diarrea y la duración media de la enfermedad es de 3 ó 4 días, pero a veces puede prolongarse. Las estacones donde más aparecen este tipo de afecciones intestinales son primavera y verano, sin embargo si la gastroenteritis es causada por el rotavirus, más frecuente en niños menores de 5 años, puede manifestarse en los meses de otoño e invierno.

La gastroenteritis se trata con la rehidratación oral, éste es el método más barato y sencillo de rehidratación y está indicada en deshidrataciones leves y moderadas. Existen diferentes marcas de suero de rehidratación y con diferentes sabores. Para tratar la gastroenteritis y evitar la deshidratación daremos al niños pequeñas cantidades de suero, intentar darle de 3 a 5 ml cada 1 minutos, durante al menos una hora y si el niño vuelve a vomitar esperar unos 30 minutos y volver a iniciar la tolerancia. No se recomiendan las bebidas isotónicas para deportistas, por su bajo contenido en sodio, ni las fórmulas de rehidratación caseras, ya que la concentración de nutrientes y electrólitos no son adecuadas.

La convulsión febril es una causa de angustia para los padres pero a pesar de la afectación del cuadro, estas convulsiones no son perjudiciales para el bebé, no causan daño cerebral.
La convulsión febril es causada por una temperatura elevada(fiebre), desencadenándose con movimientos convulsos o rigidez, coloración azulada de labios, salivación excesiva, desviación de mirada y pérdida de conciencia con respiración ruidosa y sueño. Suele durar pocos minutos y luego recuperan el conocimiento aunque pueden quedar algo aturdidos.

Que el niño tenga una convulsión febril no significa que sea epiléptico. Alrededor de uno de cada tres niños que han tenido una convulsión febril tendrán una o más recurrencias pero esto no quiere decir que tengan una epilepsia.

Durante la convulsión los padres deben tratar de estar tranquilos y dirigirse a un centro sanitario para que el niño sea examinado. Poner al niño en posición lateral o boca abajo. No ponerle nada en la boca. No arroparlo. Observar muy bien lo que le ocurre para poder informar al médico que le atienda. Intertar controlar la duración de la convulsión (aunque en este momento de angustia para los padres sea dificil de controlar, se hará en la medida de lo posible).

En el servicio de urgencias controlarán la convulsión, controlarán la fiebre, le harán una batería de pruebas, lo tendrán un rato en observación y generalmente no necesita ingreso hospitalario.

El niño tras haber tenido una convulsión febril puede llevar una vida normal

La fiebre es un síntoma y no una enfermedad, por ello no es obligado eliminarla rápidamente pero sí tratarla.

La mayor parte de las enfecciones febriles tienen un origen vírico y por tanto son vanales. La fiebre se considera un mecanismo de defensa y no suele haber relación entre el grado de fiebre y la gravedad de la infección (excepto fiebre mayor de 40,5ºC.

Es importante comprobar la temperatura del niño con un termométro de gálio o electrónico, NO PONIENDO LA MANO EN LA FRENTE DEL NIÑO.

1. Febrícula - (décimas), la temperatura axilar es de 37,2ºC a 37,9ºC o rectal 38 - 38,5ºC
2. Fiebre moderada - entre 38 y 39ºC axilar o 38,5 a 39,5ºC rectal
3. Fiebre alta - entre 39 a 40ºC axilar o 39,5 a 40,5 rectal
4. Fiebre muy alta o grave - más de 40ºC axilar o más de 40,5ºC recta

NORMAS GENERALES

• Tomar la temperatura en la axila o en lactantes mejor en el recto, retirado de focos de calor y durante aproximadamente 3 - 5 minutos. La temperatura rectal suele estar 0,5ºC por encima de la axilar.
• Quitar la ropa y evitar corrientes de aire. Temperatura media de la habitación con el niño ligero de ropa a 25-27ºC.
• Administrar líquidos, agua o manzanilla.
• Aplicar paños de agua templada en frente, axilas y piernas, recambiando el paño o bañarlo en agua tibia.
• Dar antitérmicos correctamente, según las indicaciones de su pediatra.

CUANDO ACUDIR AL SERVICIO DE URGENCIAS

Una buena Educación para la Salud tiene una gran importancia en la sociedad en la que vivimos. ¿Sabes lo que es La Educación para la Salud?, nuestra intención desde este sitio es dar a conocer a todo aquel que quiera, pautas higienico sanitarias que nos van a servir para prevenir muchos problemas de salud o en el caso de que se produzcan saber actuar correctamente, para conseguir con esto disminuir la ansiedad y el estrés que nos puede provocar una situación de enfermedad, solicitando la correcta asistencia sanitaria.

A través de nuestros contenidos pretendemos informar a los padres sobre Educación para la Salud, en concreto para la salud de sus hijos.

Los usarios principales de nuestro blog queremos que sean los padres de niños entre 0 y 11 años aunque cualquier persona que en un momento determinado sean cuidadores ocasionales o formales (tios, sobrinos, educadores...) de niños de estas edades, puedan acceder también.

¿CÓMO VAMOS A EMPEZAR?
Cada semana abordaremos un tema diferente, empezando por aquello que con mas frecuencia se da en los niños y que puede causar mas angustia en los padres. Trataremos temas como la fiebre, convulsión febril, vómitos, diarrea, problemas respiratorios, etc.